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jueves, 17 de noviembre de 2011

"Biarritz" en Donostia (13/11/2011)


Nuestra querida Megg nos comparte esta crónica y vídeo de la versión acústica de "Biarritz" que Amaral tocaron en el Kursaal de San Sebastián durante la presente gira HLS.

Se trata de una nueva revisión del clásico de Días de Vino y Rosas, de increíble sentimiento y asfixiantemente lenta. Merece la pena dedicar un par de minutos a verlo.

He aquí su crónica. Por Megg:

Todo en Donostia me recuerda a Biarritz. Pasear por sus calles entre los monumentales edificios, el aroma del mar, las impresionantes olas rompiendo, que te salpican la cara... y cómo no, la relación del 50 % del dúo con la ciudad. Debí intuir que la tocarían.

Hasta la fecha han elegido "Días de Verano" y "El Mundo al Revés" para el momento acústico de la noche. Así que me dispongo a escuchar la segunda, han sonado ya esos Días, en versión eléctrica, en el Kursaal. Y nos sorprenden -a mí cambiando la cinta a la cámara, es lo que tiene la analogía- con la revisitación de "Biarritz".

Eva hace alusión a lo joven que era Juan cuando la compuso, precisamente en el Norte.

Aguirre toca la guitarra, pero no una acústica cualquiera: la flamante Guild de 12 cuerdas suena cristalina en un nuevo y triste punteado, de ritmo diferente. La dolida voz de Eva: un bellezón.

Lágrima al canto.

8 comentarios en ""Biarritz" en Donostia (13/11/2011)"


  1. Ana

    Hola, blogueros. Os copio y pego unos párrafos que escribí hace unos días en “La voz de mi amo” a propósito de las letras de Juan “Biarritz” y la nueva “Riazor”. Lo firma mi “heterónoma”…

    (Lo pongo en dos comentarios, no cabe en uno.)

    -------------

    Cristina dijo:

    noviembre 21, 2011 en 4:30 pm

    De Biarritz a Riazor: Juan Aguirre y el abismo cantábrico.

    No lo sabemos todo sobre las autorías de las canciones de Días de Vino y Rosas, pero tenemos claro que la emblemática “Biarritz” es de Juan; y, aunque no es la única del grupo que trata el tema de la muerte (“El Baile de Milano” describe vivamente un angustioso final en primera persona, sin ir más lejos y entre otras), sí es la única que aborda el suicidio inequívocamente.

    “Riazor”, del álbum “Hacia lo Salvaje” de Amaral, trata sobre el mismo tema, y es la propia Eva la que insiste en recordar en los directos que fue Aguirre el que se trajo esta maravilla de canción de vuelta de una noche de juerga en La Coruña.

    Más de veinte años le ha costado a Juan Aguirre recorrer los 700 km. de costa que separan la ciudad francesa de la playa gallega. El mar le ha dictado dos canciones redondas, de las que se escriben en un solo golpe de inspiración, aunque las ideas que trae el vaivén del oleaje pueden resultar tan peligrosas como poéticas; sobre todo, y precisamente, por ser tan espontáneas…

    No hay objeto ni paisaje que provoque pensamientos más profundos que la contemplación del mar, “el mar junto al cual yo fui a nacer… en un día gris del mes de febrero”, nos cuenta en “Estrella de Mar”. Porque los días en el Atlántico suelen ser así, grises, brumosos, uno detrás de otro, calando fuerte en las fuertes sensibilidades como la de Juan. Y forjando a los humanos, y a los artistas en particular, en seres “para adentro”. El trecho de esto al pensamiento suicida, más o menos recurrente, no debe ser tan largo, sólo misterioso y francamente comprensible.

    Cuando escribió “Biarritz”, el casi adolescente Aguirre acababa de dejar San Sebastián. Pero nunca abandona el mar a los que han vivido a sus orillas. Por eso golpeó de nuevo muchos años más tarde, inspirándole de nuevo la muerte voluntaria. Parece que no podemos superar nunca algunas ideas. ¿O “superar” no es la palabra? Si no podemos desprendernos de cierto bagaje, ¿qué solución más sana y edificante que vestirlo de la mejor manera que sepamos hacerlo? Nadie que haya escrito “Biarritz” o “Riazor” se puede suicidar después. Ya no: se ha exorcizado al fantasma.

    En todo caso, el verdadero artista tiene que sugerir su autodestrucción, tiene que negarse y negar su obra, luchando sin descanso por mejorar, olvidando lo anterior, desechándolo si es necesario, en su carrera creativa.

    30 de noviembre de 2011, 9:57

  2. Ana

    ¿Pero hay camino recorrido? ¿Es “Riazor” una “evolución” de “Biarritz” en cuanto a la letra? Parece que sí, y esperanzadora. No sólo en el estilo, tan abstracto en la canción de Días como caracterizó al de casi todas las letras del grupo; como llano y narrativo en la de Amaral. Pero además la primera (en el tiempo) es tajante, durísima, se trata de una decisión que se ha tomado y que ya se está ejecutando: describe literalmente una muerte en presente: “…la vida se va”. Es la “Alfonsina y el mar” adentrándose lentamente en él. En soledad.

    En cambio, en la canción de Amaral, además de que describe antiguos días felices, días de sol en Galicia, “días de Ribeiro y rosas”…, -que pudieron truncarse por una obsesión en conservarlos, e inexistentes en la desoladora “Biarritz”-, el salto desde el acantilado es una idea que sobrevuela, una suposición, en todo caso un deseo puntual provocado por un sentimiento de fracaso, y una especie de juego que se propone. La invitación a la muerte al otro, al suicidio compartido, que en un principio nos puede escandalizar, en el fondo quita dramatismo al asunto, más si se plantea como el principio de un diálogo inacabado: “Y quiero que tú me sigas.” Es un flirteo con la idea del fin, pero no la culmina: no sabemos qué va a responder el otro, el suicida no está solo: tiene con quién “discutir” el asunto…

    Claro, que no hemos oído cantar estas canciones a su autor, y los vocalistas que lo han hecho han aportado, junto con el sonido propio del grupo respectivo, la peculiaridad de sus voces. Gonso y Eva han completado el sentido oscuro e inquietante de estas letras: tanto en la versión de Amaral de “Biarritz”, como en “Riazor”, la tristeza se puede cortar. Esa “voz dolida” de Eva de la que nos hablaba Megg en su crónica del concierto de San Sebastián a propósito de esta misma canción. Por su parte, el “Biarritz” original de Días de Vino y Rosas, con la “británica” voz de Gonso, es eminentemente dramático. Ambos matices nos llegan muy claros y directos, y las tres interpretaciones nos revelan a un letrista sensible, sufriente…

    Como dijo Leonard Cohen en su discurso, al recibir el Príncipe de Asturias de este año: “Si queremos expresar la derrota que nos ataca a todos, tiene que ser en los confines estrictos de la dignidad y de la belleza.”

    De eso se trata.

    -----------

    30 de noviembre de 2011, 9:58

  3. Megg

    Ana-Cris (no sé muy bien como llamarte "heterónoma"...)

    Casi tendría que haber encabezado esta entrada tu texto, en vez de mi escueta introducción. Gran disección.
    Realmente llama la atención la querencia de Juan por volver esos abismos fríos y oscuros como la muerte en forma de canción, aunque ahora sabemos que Eva ha tenido bastante que ver en la composición de "Riazor".

    Como te comenté en el Blog de Matías Uribe, en mi interpretación los acantilados son testigos de una muerte, sólo una en el mejor de los casos. El "invitado" a participar de la ceremonia se echa atrás -o puede que no- pero el/la ideológo está decidido: "...prefiero saltar de una vez sin mirar, y quiero que tú me sigas". Él/ella sí ha tomado la decisión, ahora espera convencer a la otra parte...

    Y entre Biarritz y Riazor, aparece otra referencia al mar, en su disco Una pequeña parte del Mundo: "Son las seis y aqui estoy en esta playa,
    buen lugar para pensar, marea baja". De nuevo una búsqueda de respuestas entre las olas, tal vez a una ruptura, a un sentimiento intenso que ha desaparecido, pero descrito desde la aceptación y la serenidad, y con esperanza: "queda el silencio,
    queda el recuerdo,
    AUN queda el recuerdo partido por el viento".

    Está claro, como dices, Ana-Cris, que el mar, embravecido o sereno, es fuente de inspiración recurrente en la discografía del dúo.

    30 de noviembre de 2011, 20:12

  4. Milano dijo:

    ¡Gracias a ambas!

    Sea o no Riazor una invitación al suicido (lo estoy oyendo muchas veces, pero yo debo estar más lento que de costumbre), es bien cierto que siempre hay temas recurrentes, ideas fetiche, palabras que vienen constantemente.

    Como muestra el análisis que hace ya tiempo hicimos sobre dos temas/recursos recurrentes en las letras de Días de Vino y Rosas: los colores (conté colores en hasta 15 canciones!), y la Muerte (no sólo presente en Biarritz, también al menos en otros 6 temas).

    En este post: El único color de este mundo es el... AZUL, azul como tú

    2 de diciembre de 2011, 15:30

  5. Megg

    Sí, Milano... sin buscarla aparece otra:

    " Y ahora sé que el día que yo me MUERA, me tumbaré sobre la ARENA, y que me lleve lejos cuando suba, la MAREA..."

    Otra vez el mar, la muerte...

    2 de diciembre de 2011, 15:59

  6. Megg

    Hola gente! Aquí está el vídeo completo de Biarritz en el Kursaal. Es de un usuario de youtube que grabó bastante de la primera noche -de strangis- y curiosamente solo tiene ésta de la noche siguiente. Así que ya podemos ver el fragmento que yo no pude grabar por estar cambiando la cinta...

    http://www.youtube.com/watch?v=iWxBvXphpEM&list=UUHAmLaemg6DrJj8FKdE0bKQ&index=1&feature=plcp

    Un abrazo.

    25 de mayo de 2012, 20:33

  7. Milano dijo:

    Gracias por el enlace Megg!!!

    Y leñe, a ver si consigo sacar tiempo para retomar el ritmo en el blog. Tengo varias cosas pendientes, alguna bien chula...

    Besicos

    27 de mayo de 2012, 1:13

  8. Milano dijo:

    Por cierto, el cuadro de "comentar" embebido parece que falla a veces. Si al pulsar "publicar" sale una rayita roja, pulsad otra vez, parece que hay que insistirle :) o usando el enlace de arriba para la página clásica de comentarios.

    Ciao ciao

    27 de mayo de 2012, 1:15

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