[Nota: no soy crítico, no soy músico, ni entiendo de tecnicismos, y casi lo prefiero para poder disfrutar de la música sin prejuicios ...es como con los vinos: o me gustan o no me gustan, pero no quier saber nada de matices ni de retrogustos]
El concierto
Viernes, 8 de enero. Venciendo a los elementos (el frío y el cierzo), llego a las 22:00... y diez minutos más tarde, el speaker presenta al siguiente artista... Gonzalo Alonso, Gonso, con su banda El Hombre Azul...
¡Ostias! Pues pese a lo que suele ocurrir en estos casos sí que había empezado puntual la sesión a las 21:30. Ufff, casiiii. Pillo sitio en la barra, una cerveza, y esto empieza... Había aproximadamente unas 150, quizás 200, personas en el local en ese momento; es decir, todavía muy frío por lo temprano de la hora (para cuando terminaron todas las actuaciones, a eso de las doce y media, estaba la Oasis llena).
Saltan al escenario los miembros de la banda, y a continuación irrumpe Gonso. Se miran y allá va... algo más de veinte minutos mágicos, pura adrenalina, todos los músicos absolutamente compenetrados y sonando con personalidad propia y gran oficio (y eso que después Gonso me aseguró que habían ensayado pocos días).
Esta nueva formación de El Hombre Azul, que sonó increíble, estuvo formada por:
- Gonzalo Alonso: voz, teclados, guitarra
- Guillermo Mata: bajo
- Javier Pérez: guitarra
- Carlos Páramo: batería
- Jaime Lapeña: violín
- Gregorio Ibáñez: viola
Empiezan con Volver a verte, tema rockero cañero y con una melodía muy-muy pegadiza (que me quiere sonar a algún grupo británico de estos de "la banda sonora de mi vida" pero no caigo...), en el que Gonso fue saludando teatralmente a las distintas esquinas del respetable. Lamentablemente en este tema no se entendió muy bien la letra (sobre todo al principio), pero me encantó la música, y por cierto gran ritmo del baterista. Y Gonso guitarra eléctrica en mano... ¡esos dedos tenían mono! Y la actitud, el oficio, la gesticulación sobria... como si lo hiciera todos los días.
A continuación, se sienta al teclado... y tras una sentida dedicatoria al malogrado Guille Martín que tantas veces tocó junto con él esta canción en El Páramo, inició Vuelo 76480. Con ese comienzo seco y abrumador que a mi me pone la carne de gallina. Cambio de estilo y de ritmo, y el violín y la viola haciendo maravillas (y el teclista no estuvo nada mal :-P me encantó el final). La canción me encanta, y la interpretación fue de 9,5. La canté de principio a fin, eso sí apoyado en la barra.
Gonso se levanta, retoma la guitarra, mira a los ojos a sus compañeros y agachando la cabeza les susurra "Corazones". No mira al público, sí a su guitarra, y empiezan. Corazones Desgastados, el que fue uno de los temas bandera de Días de Vino y Rosas. Un himno, y creo que la preferida de Gonso. Magia, escalofríos, recuerdos, pero interesantemente no siento más (ni menos) emoción que la que ya tengo por presenciar la anterior. Una versión absolutamente cañera, muy potente, creo que ligeramente más rápida que las de los conciertos de hace quince años, y con algunos cambios de entonación. Pero en esencia era la misma, de principio a fin.
Trato de fijarme en la guitarra y en el bajo... y ya sé qué es lo que más me sorprende: no sólo que suenan tremendos, sino que ahí nadie está tratando de imitar ni los sonidos ni los gestos de Juan y Blanca; creo que sobre todo me impactó la guitarra de Javier --yo no entiendo de música pero tiene que ser difícil no caer en la tentación, liberarse de esa losa, mantener la personalidad, y encima sonar así.
Y Gonso vuelve a sentarse, otro tema al teclado y con viola y violín, La noche perfecta de un día perfecto. También me encantó, y terminó modificando la última estrofa para ofrecer un guiño a los anfitriones "la noche perfecta... en El Páramo".
22:35. Aplausos finales, abandonan el escenario, Y termina. ¿Ya? Plof. Y la maquinaria prepara el escenario a toda prisa para la siguiente actuación...Se fue...
La elección de los temas, su orden, y los gestos estuvieron cuidados al detalle: empezó la actuación con "Volver a verte" y terminó con "La noche perfecta", títulos que hablan por si solos de lo que suponía esta pequeña actuación, este reencuentro.
Sé que no soy objetivo pero me encantó al 100%, pese a algunos problemas con el sonido iniciales (oí a alguien decir que "esta sala se oye siempre fatal", yo creo que no fue para tanto ni mucho menos). Por supuesto me quedo con Vuelo y con Corazones, seguramente porque son los temas que me sé de memoria, pero los cuatro temas estuvieron soberbios.
Una cervecita con Gonso
Cuando, un rato después, Gonso bajó al piso de abajo, no dio abasto: cada dos pasos estaba cinco o diez minutos hablando con alguien que le paraba. Finalmente llegó a donde estaba yo, nos dimos un abrazo y le invité a una cerveza.
Lo primero de todo aprovechó para volver a enviaros (enviarnos) un efusivo saludo a todos los lectores del blog y su agradecimiento por el recuerdo, por las más de 10.000 visitas que tiene este blog y por las cariñosas palabras que hay en el libro de firmas. En nombre de Juan, de Blanca, de Ramón y de si mismo (en realidad, ya sabéis que tanto él como Juan ya me lo habían transmitido en el pasado). Y, aunque no puedo decir nada más, os anticipo que quieren tener un pequeño gesto con todos nosotros y en los próximos meses probablemente tengamos un detallito de parte de ellos. Tendréis que tener paciencia.
Estuvimos hablando de lo bien que había sonado la banda, me comentó lo a gusto que él se había sentido en el escenario, y que era en buena parte gracias a ellos. Yo le dije que "hay que hacer algo con esto" y me miró con complicidad y me respondió "Ya lo sé, ya lo sé, vamos a ver si buscamos el poder hacer algunos bolos con El Hombre Azul, e incluso en grabar otra maqueta. Ando muy liado con La Querencia y terminando la banda sonora de un corto, pero quiero retomarlo". Pues así sea. Ojalá, de verdad.
Como digo, hablamos de muchas cosas, del pasado y del futuro. Cuando le confesé que soy consciente de que un reencuentro de Días es imposible, él me contestó "bueno, ya sabes que es tremendamente difícil, claro, pero imposible en este mundo no hay nada".
Estuvimos cerca de media hora charlando, y él tenía que atender otros compromisos también. Otro abrazo y los mejores deseos para este año que empieza. Quedamos en llamarnos para tomar un día un café más tranquilo.
El resto de actuaciones
Aunque ya digo que no estuve atento todo el rato, el resto de la noche estuvo realmente bien, en total unas tres horas de música aragonesa. Las actuaciones eran de estilos de lo más diverso, como es El Páramo.
Los que a mi personalmente más me gustaron fueron Tachenko y esos chavalotes de Enfermos Mentales ("quiero ser torero..."), y me quedé con la sensación de que Nerea Nekan tiene mucho más que ofrecer que lo que mostró en el fogonazo del viernes. Y los speakers, Jorge Asín y Paco Fraguas (actores y guionistas de Oregón televisión), estuvieron realmente muy divertidos e irreverentes.
Y no paré de recordar las palabras de un amigo que siempre me dice que en este país lo que hay precisamente son guitarristas con un talento enorme, creo que el viernes quedó claro unas cuantas veces.
La entrada
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Esperamos no sólo oír noticias de los éxitos de Gonso con La Querencia y con las bandas sonoras de cortos, sino que el proyecto de El Hombre Azul vuelva a lucir, que vuelva a rodar. Aquí hay mucho arte, mucho oficio, mucho que enseñar, mucho que hacer disfrutar, mucho que emocionar. Y eso no se puede perder. Oí más de un comentario en la Oasis en esa línea.
Y cosas más raras se han visto.
Y los demás... no dejéis de firmar para pedirles a los cuatro que busquen ese hueco en sus agendas, que monten un concierto (o dos) de regreso de esta mítica formación zaragozana, en la Oasis o donde sea!!! :: El libro de firmas, aquí
Créditos: Fotografías propiedad de www.fotografiadeconciertos.com, reproducidas con el permiso de sus autores. Pulsa en las imágenes para enlazar con el magnífico reportaje gráfico completo que hicieron Roberto y Javier.
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Milano dijo:
Por cierto, casualmente y sin premeditación ese mismo viernes estuve en el Salón de Actos de la biblioteca de Doctor Cerrada ¡que hacía más de 17 años que no volvía a pisar! desde aquel día, como si de unsancta santorum se tratase.
Aunque esta vez fue para ver una obra infantil de payasos y guiñoles con cuatro fierecillas de cinco años. Son cosas de la edad. Me doy cuenta de que he estado sentado en el mismo asiento (o muy cerca) de donde estuve aquella otra vez.
Casualidades de la vida. O ironías del destino. O una señal!!!
12 de enero de 2010, 13:59
Milano dijo:
Un amigo me dice lo siguiente, por cierto: "A mí me encanta Jaime Lapeña!! Es un violinista excepcional. Le he visto tocando con Amaral (creo recordar que "Tardes"), y se me erizaba el vello con su violín."
12 de enero de 2010, 14:00
Prich dijo:
Yo fui compañero de clase de Jaime Lapeña en la Facultad, y no sabia nada de él desde entonces.
Me alegro que le vaya bien.
14 de enero de 2010, 17:39
Milano dijo:
Prich:
http://jaimelape-adelrio.galeon.com/
http://www.youtube.com/results?search_query=%22jaime+lape%C3%B1a%22&search_type=&aq=f...
Qué cosicas sabéis hacer los veterinarios, macho:-)
14 de enero de 2010, 17:52
Anónimo
genial me hubiera gustado estar alli, he buscado en youtube pero no hay ningun video o lgo parecido, me encantaron los fragmentos de gonso el hom,bre azul del blog.
14 de enero de 2010, 22:07
popker dijo:
tienes un e-mail :)
15 de enero de 2010, 14:49
Unknown dijo:
sipi, por que preguntas popker?
tu nombre es acaso un mescla de pop y poker..jijiji etoy aburrido,.
16 de enero de 2010, 0:01