El pasado viernes, Voyeur nos ofreció un directo en El Páramo.

Diferente, en formato acústico en el que las adaptaciones de algunos de los temas de su disco sonaban radicalmente distinto, se nota que lo han estado trabajando mucho. Y presentaron algunos temas nuevos.

Puesto que no actuó la formación íntegra (faltaban la eléctrica de Kike y la batería de Millo), no quisieron utilizar el nombre de la banda sino que lo hicieron bajo el nombre de "Ortega y la jet set". Lo de Ortega es por el segundo apellido de los hermanos Gonso y Yago. Pero yo creo que es un error porque despista al personal a la hora de la convocatoria... Casi es el único pero que le pongo al evento y cómo se lo curraron.

Nosotros tuvimos la oportunidad de disfrutar de la velada, y mereció la pena. Fueron un total de 15 temas y si bien se presentaron algunos problemas técnicos, tanto ellos como la mesa los superaron con solvencia.

Conseguí grabar decentemente once de las quince canciones con la Lumix, aquí os dejo la playlist que he montado en YouTube (también en versión HD, botoncico abajo), espero que os gusten tanto como a nosotros:

Y contaron con la colaboración de JJ Gracia (El Hombre Lento) no sólo en la técnica sino en una brutal intervención en el antepenúltimo tema, el #13, muy recomendable que os paséis por ahí en esta playlist de arriba (por cierto que Yago había roto una cuerda previamente, pero ahí está el oficio!).

Muy chulo todo, efectos especiales y gaviotas incluidos. No me extraña que mi chica esté enamorada del violín de Belén Estaje. Felipe y Guillermo también estuvieron inmensos. Y este es el resultado de la pintura en directo con que nos deleitó Lalo Cruces durante la actuación (en acrílico y graffiti):

Y la set-list de los pies de Yago (y que robamos vilmente como botín de la noche):

El pasado mes de abril, Alberto Guardiola les entrevistó en Aragón Radio, y ahí se pudieron escuchar en formato acústico, en directo, también los temas Tu Nombre y Sin Saber Qué Hacer. El podcast aquí: http://www.aragonradio2.com/podcast/emision/47547/

Esta vez es Megg quien nos realiza esta aportación para la serie "Inspiraciones".  Se trata de un relato ubicado en el el Ginbo, un bar de Palma de Mallorca especializado de cócteles, muy recomendable, alrededor de un cuadro del joven pintor mallorquín Carlos Prieto (http://carlosprieto.es/). Buenísima historia que comienza como una mera anécdota pero que termina en un encuentro...

Primera parte: El descubrimiento

La otra noche caí en un bar de copas, especializado en gin-tonics de autor, llamado Ginbo. Decorado exquisitamente con cierto aire retro, en las ventanas terciopelos en intensos colores, del malva al morado, lámparas de sobremesa que le daban una luz cálida al pequeño rincón con mesas. Ribeteando el perímetro del techo, una cornisa de fotos de famosos actores y actrices del Cine Negro, con sus frases más célebres, sobreimpresionadas en cristal e iluminadas por dentro...

Pero la pieza importante del bar, y la que aglutina y refleja el carácter del lugar: cuenta con un sofá de época tapizado con rico damasco, y allá encima un enorme óleo contemporáneo, ilustrando un grupo de hombres y mujeres bebiendo copas de vino relajadamente...

Justo a los pies del cuadro hay escrita una leyenda en rojo pasión, sí, lo habéis adivinado: "DÍAS DE VINO Y ROSAS".

Le hice unas fotos con el móvil, pero estaba muy oscuro... así que decidí volver otro día con una cámara de fotos. En cualquier caso, ya imaginaréis la sonrisa que se me dibujó en la cara al descubrir la frasecita...

Segunda parte: El encuentro

Volví al Ginbo un par de semanas más tarde, dispuesta a fotografiar el óleo. Nada más entrar, le pedí al camarero permiso para hacerlo, y me espetó "sí, claro... pero mejor se lo preguntas al autor, que está sentado allí"

No me lo podía creer, qué casualidad. Ahí estaba, un chaval de unos 23 o 24 años con aire de bohemio y muy atento. Se llama Carlos Prieto, estaba con unos amigos en una mesilla y se levantó enseguida. Me presenté, le pedí permiso y me lo dio sin problema...

Y entonces me sentí obligada a explicarle para qué era. Le conté todo lo del blog, de Aguirre y del resto de la banda, y se mostró muy interesado. Obviamente la leyenda del cuadro, el cuadro en sí, es un homenaje a la película de Lemmon y Remick, como también lo es el propio nombre del grupo. Increíble la larga e inspiradora sombra del memorable film... que inspiró a su vez Living Las Vegas (y que no os tengo que explicar en qué bellísima y emblemática canción aparece este título...). Todo está conectado.

A sugerencia de sus amigos -yo estaba demasiado alterada para pensar-, tuvo la amabilidad también de colocarse a un lado del cuadro para retratarle junto a su obra, además de las otras fotografías que hice con una toma general de la obra y otra del detalle de la leyenda [ver imágenes arriba].

Entretanto, la clientela del bar nos miraba y escuchaba con curiosidad. Y yo creo que él también "lo flipó" un poco :-)

Es interesantísimo el paralelismo entre Prieto y DDVYR, no sólo en cuanto a la temática ambiental de sus obras, sino y sobre todo por su precocidad y talento reconocido. A sus 23 años es ya todo un veterano "que ha sabido devolver la bohemia de 1900 al moderno siglo XXI, llegando al corazón del público hasta el punto de que la Duquesa de Würtemberg colgara su mural más grande en el Palacio de Altsshausen" [extracto de uno de sus catálogos].

Genial, ¿verdad? Me encanta la historia!! (y casi me puedo imaginar la escena como si yo mismo participara de ella), y me he dado una vuelta por la web de Carlos Prieto y me ha gustado mucho, mucho (de verdad). Muy apropiado que Megg le describiera "con aire bohemio" porque toda su obra también lo tiene.

De hecho nos transporta a ese ambiente francés del XIX y principios del XX que tanto influenció también a las letras de Días de Vino y Rosas, como hemos comentado varias veces. De nuevo recomiendo los post sobre los temas Mal Viaje, Spleen y El Gran Angular, con su audio, letras, y profundísimos análisis aportados por muchos de vosotros/as. Así como la entrevista que publicamos el mes pasado donde hablan exactamente de estas mismas influencias.

P.D: Cuando he visto la fotografía con el retrato de Prieto, casi me da un patatús, pensaba que estaba viendo al mismísimo Yago Alonso, jejejjjj

Créditos

• Texto: por Megg
• Óleo: "Días de vino y rosas" por Carlos Prieto (¿año?)

Como anticipamos en este otro post, compartimos a continuación un cuento que Pedro Otero escribió en su momento inspirado en el tema de Días de Vino y Rosas de mismo nombre. Aunque no está fechado, creo que se escribió en el 93 o 94. Me cuenta que hay varios más, esperemos que haya suerte y los encuentre.

Me resulta simplemente maravilloso que Pedro escribiera uno o varios relatos inspirado en la letra de Días (letra de la que siempre fue admirador confeso, como se ve en la entrevista enlazada), y más maravilloso es que al menos uno haya llegado a nuestros días, y mil gracias por cederlo para ser compartido desde este blog. Espero que os guste.

Por cierto que hace algún tiempo, un joven admirador de Días de Vino y Rosas (chileno él) nos contaba que había empezado un libro acerca de la persecución del amor platónico de concierto en concierto de Días de Vino y Rosas. Me llegó a enviar el primer capítulo y en su blog llegó a hacer una reseña del proyecto (ver aquí), pero no supimos nada más de la iniciativa... ojalá la retome...

Y esto me lleva a lanzaros el siguiente reto: ¡animaros! enviadme cualquier trabajo ¡pasado o futuro! inspirado en la música o en la letra de DDVYR. Da igual que sea bueno o excelente. Da igual si es un relato, una fotografía, un lienzo, un haiku, un vídeo, una melodía, un collage. Lo que sea. Si alguna vez tenéis la inspiración, no dudéis en compartirlo con todos nosotros desde este rinconcito. La mera intención tiene un valor incalculable. También sirve algo que hayáis visto o escuchado, aunque no sea de vuestra autoría pero sí os haya llamado poderosamente la atención y evocado inmediatamente a la música de Días (en cuyo caso lo compartiremos si el autor nos da permiso, claro).

Así que hemos abierto una sección (label) llamada "Inspiraciones", y esta de Pedro Otero va a ser la segunda de sus entradas. Porque es Christian Losada quien tiene el privilegio de habernos enviado hace ya tiempo un vídeo inspirado e inspirador, que me puso los pelos de punta y que no me resisto a incluirlo en esta categoría (ver aquí). Y sin querer adelantar la sorpresa ni meter presión... el siguiente seguramente será... de Megg :-)

 

Corazones Desgastados

Todos los años ocurre igual. Es el sol quien despedaza las energías. Intentamos huir.

Unos pensamientos desplazan a otros, muy deprisa, pero no hay acción. Tengo una flor muy pequeña, blanquirrosa, con diecisiete pétalos llorones apuntando al cielo. También una blanca. Actuar supondría salir de esta sombra que protege la noción de tiza. No será...

Ayer llamó Ella. Todos los contestadores son automáticos. Dejó un mensaje tan dulce como los versos que no podré escribir. Quisiera tener fuerzas para responder -es una invención mía todo esto-. Quisiera abrazarla.

Tengo el paladar destrozado, como el corazón. No es un deseo minúsculo lo que me mueve. Todas las puertas parecen abiertas pero ninguna lleva hasta la Tierra Centro.

Por entre las arboledas de la lejana Frigia, sobre sus espejos -¡amada estrella mía!- conseguí rozar un tulipán suave de mil colores. Era invierno y hoy me parece un deseo tan brutal como los otros, pero... eran muchos colores, y demasiado hermosos para ser creídos. Tonos helados, porción de un sentimiento sin palabras.

Un folio limpio me provoca una envidia inconfesa. Poder sumar, o dividir, los hechos con la mente en blanco. Lejos del calor eterno. Sortear la evidencia: al borde del borde del final de todo, olvidando a la maldita Poesía por una vez.

Y todos los años ocurre igual, y es el sol quien despedaza las emociones. Recoged las exequias de la lluvia cual las palabras de Antonio en el año 9: "Portador de una llama a mi pesar y por mi ligereza".

Créditos

• Texto: cuento original por Pedro Otero, inspirado en el tema homónimo de Días de Vino y Rosas, 1993 (fecha sin confirmar).
• Ilustración: "Radhe govinda" (la pareja divina) por Max Sauco, 2008.